lunes, 24 de septiembre de 2012

Chiquilla, te quiero: La historia de un amor imposible.

INTRODUCCIÓN (Ojo, esto es importantísimo, goey):
Cuando era niña y vivía en el pueblito de mi papá, mi mamá se llevaba bien padre con una señora dentista que vivía enfrentito de donde nosotros vivíamos, ella tenía dos hijos Luisito, Manuelito y Jaimito.
Jaimito era de la edad de mi hermana (IUUUUUUU), Manuelito era un año más grande que yo y Luisito dos años más chico que yo.

AHORA SI YA LA HISTORIA PADRE:
Cuando estaba a punto de salir de la secundaria, fui de vacaciones con mi papá a su pueblito y zascualas por una razón (que ahorita no recuerdo cuál era) me mandaron al dentista, a la dentista que era amigui mil de mi mamá y que también amaba mil a mi papá, entonces pues fui.
Tenía mil años que ni iba a verlos y de pronto ZACAPUMPAZ, un morrito salió a la sala, era Luisito, el más chico de los hijos de la dentista. En ese momento mis ojos se iluminaron (PEDÓÓÓÓÓÓFILA), Luisito estaba bien bonito. Total que salí de mi cita y todo tranquis.
como a los dos días fui a casa de una de mis mejores amigas de la infancia y resulta que Luisito llegó porque era BFF del hermano de mi amiga entonces fue así de OMGOMGLUISITOELGUAPOESTÁAQUÍOMG.
Y todos estabamos en el cuarto platicando y viendo pelis. 

(La neta no me acuerdo cómo pasó y podría inventar una historia pero no me gusta mentirles, así que solamente diré que "algo" pasó y mi amiga y su hermano salieron del cuarto y Luisito me besó)

(El wey tenía como 13 años ._.)

(Yo tenía como 14, no fue tanta pedofília, eh!)

Después de eso, todos los días yo quería ir a casa de mi amiga, obvio porque la amaba, no porque Luisito iba ahí también todos los días.
Mi amiga me regaló una foto de Luisito y la guardaba con mucho amor en mi cuarto hasta que mi papá un día empezó a revisar mi cuarto. Rápidamente y utilizando mis habilidades ninjas, oculté la foto en mi panza y fui a la cocina y la guarde en una olla (era bien pinche lista, lo sé ¬¬).
Y me fui de la cocina.

Y nunca recordé sacarla de la dichosa olla.

Pasaron los días y días y Luisito me marcaba a mi casa y platicabamos y platicabamos y un sábado me marcó y estaba Top Ten en el 13 (qué pinche oso) y los dos lo estabamos viendo y en eso empezó una canción y me dijo:

"Vania, te tengo que decir algo, cada vez que escucho ésta canción me acuerdo de ti, chiquilla, porque te quiero"

Y yo así de WEYWEYWEY y que zas, me dedica la canción más culera del mundo. <3


Y ya, bien padre.

Varios días después mi papá fue a la cocina (wey o sea, mi papá no movía un dedo en la cocina y ese día se le pinches ocurrió abrir la alacena y sacar una olla, la olla en la que estaba la foto de Luisito).
No puedo explicar la cara que puso mi papá cuando vió la foto de Luisito en la olla, era de asombro y como que de amor (es que Luisito estaba bien bonito).

No es cierto.

Me preguntó que qué hacía la foto del hijo de la dentista en nuestra olla, en nuestra alacena, en nuestra cocina, en nuestra casa y claro, lo más lógico y coherente que se me ocurrió decir fue que la foto era de la señora que nos ayudaba al quehacer.

Después de eso, mi papá me obligó a dejar de amar a Luisito. Mis vacaciones terminaron y regresé a mi casa triste por haber perdido el amor de Luisito. >:(


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