domingo, 19 de junio de 2011

Fuck you, seriously Parte Dos. Remasterizada, actualizada y toda la onda.

Bueno, no es la nueva, ni remasteriada, ni actualizada ni toda la onda, solo quiero quejarme y pues es mi pinche blog por el cuál pago $NADA al mes por el dominio que no tengo.

NUMBER el que sea, igual no importa.


Qué lenguaje hablan los hombres, seriously.
Cuando alguien te gusta le dices un montonal de cosas, indirectas, casi casi te estás quitando el calzón corazón y se lo avientas para que entienda que te gusta y que quieres un hijo con él y aún así él idiota en turno sigue sin entender eso y piensa que estás jugando o que estas loca o te dice "Me gusta tu amiga" o una mamada de esas, las típicas.
Pero eso no es lo peor, digo, en ese caso nomás lloras poquito y te jalas las greñas diciendo "Pinche pendejo, sigue sin captar y yo aquí chillando", lo malo viene cuando cambian los roles.

O sea, el que intenta ligar no eres tú, si no alguien más. Y bueno, cuando te liga alguien que te late aunque no sea tu mega crush de la vida, pues dices va, está chido el morro, pues quizás si el pendejo por el que muero no me hace caso, chicle y pega con éste y te lanzas. Pero no, resulta siendo un baboso o feo o tarado o que vive lejos o es ex de tu amiguita a la cual amas (Sí, ya aprendí mi lección y jamás volveré a andar con el ex de una amiga) o es un emo o le va a las chivas o no le gusta ov7 o cree que todo lo que dices es sobre él y osea nel, oso mil o escribe ola cuando te habla en el msn o es cristiano/católico/testigo/mormón y demás religiones que dan miedo o cada dos frases te dice que le encantas y que te ama y que eres la más bella en la vida y o sea, obvio no. Y demás de esas cosas.

Y entonces te pones a pensar y dices wey, qué pedo conmigo, como porqué me ligan vatos pendejos y feos y no un vato acá bien chido y lloras un poco en el baño para que tu mamá no te escuche llorar y no te pregunte porqué lloras y no tengas que decir que tienes gripa cuando obviamente no tienes gripa.
Y entonces dices "Ya, ni pedo, hoy le digo que chingue a su madre". Y pasan las horas y las horas y cada vez te pones más nerviosa porque en el fondo de tu corazón culero hay un corazón de pollo al que le duele mandar a la gente a la mierda y pues te agarrás las chichis y dices va, si puedo.

*Fulanito de tal ha iniciado sesión*

Mierda, ya se conectó, qué hago, cómo le digo, ay ay ay.

Bueno, ya, después de volverte a agarrar las chichis le dices que pues nel, que no te late o le inventas un pretexto acá bien chido o eres sincera y le dices la neta. Y resulta que el wey no capta el "NO, THX, GRACIAS POR PARTICIPAR" y sigue insiste e insiste e insiste e insiste y ya no sabes como quitartelo de encima. Hasta que mágicamente se te ocurre la mejor manera de hacer que te deje de molestar y zas.

Lo matas.

Fin.

domingo, 12 de junio de 2011

De porqué no ligarse a testigos de jehová.

Hace muchísimos años, sí, ya me siento bien vieja y cuando hablo de dos tres atrás ya siento que fue hace milenios, concocí a un chico.
Mi chico era feo con ganas, feo les digo. (A mi ya me gustaban los feos antes de que tuiter lo pusiera de moda).


"Yo no creo en diosito, diosito es feo" le dije un día. Me vió con ojos de "perra desgraciada te vas a morir del sida que les da a los que no creen en dios" o algo así.
Muchos meses después, bueno como un mes, me empezó a gustar el chico feo feo y zas, que nos besamos. 
Las únicas personas que lo supieron fue mi madrastra y la señora del quiacer, eran como mis best friends en la prepa, qué osote.

Se volvió todo un secretote para que mi papá no se enterara y no me mandara a matar o me desheredara. Nos besabamos a escondidas por un minuto, platicabamos al lado de la lavadora de mi casa en lo que mi madrastra me echaba aguas, me mandaba cartitas que dejaba debajo del detergente.

"Para casarnos tendrías que convertirte a testigo, Vania, ¿no importa?"

En ese momento empecé a creer en dios y le pedí que lo matara o que lo alejara de mi, lo que fuera más fácil.
Me dió pánico, como es obvio de imaginar.
Un día llegó a mi casa.

- Hola Vania *inserte se acercó para besarme*
- Hola *inserte nombre del vato, porque ya no lo recuerdo* *inserte me quité y no acepté el beso*
- ¿Pasa algo?
- Si

Ya ni recuerdo que le dije, creo que le dije que mi papá y algo, que se iba a enterar y que nos dieramos un tiempo o algo así.

*Inserte el corazón roto de el tipo del nombre que ya olvidé*

Lloró un poquito, le dije que no llorara y que me disculpara.
Se fué en su moto destartalada. 
Mi madrastra me regañó y me dejó de hablar.
El chico seguía llendo a mi casa a visitar a mi madrastra, ya se habian vuelto best friends forever.
El chico seguía amándome.
Oso mil.
Yo me volví a enamorar de David. (Mi super crush de la prepa. Y también estaba feo)
David me volvió a romper el corazón.
Ahora yo lloré poquito. Mucho más bien.
Pero aquí no acaba todo.

Un día saliendo de clases fui a ver a mi papá a su trabajo, como todos los días. Tenía cara de enojado. Él siempre tenía cara de enojado. Pero ese día más.

Le habían dicho lo del chico feo de nombre olvidado.
Me regañó mucho. 

Lo peor no fue eso. Es que la familia del chico se enteró que andabamos y le hicieron un juicio (sí, un juicio) en la religión, casi lo sacan por romper las reglas y amar a alguien que se va a ir al infierno de los que no creen en diosito, por no creer en diosito. O Jehová o lo que sea. Bueno, en ninguna de esas cosas.

Me dió tanta pena que lloré un poco y me sentí muy mal. 
Pasaron varios meses y me seguía viendo con ojos de amor, yo lo seguía viendo con mi mirada de "perdón por arruinar tu vida"
Ya no volvío a ser el mismo chico de sonrisa fea y dientes amarillos, pero al final de cuenta, sonrisa.
Sonreía mucho. Era feliz cuando lo conocí. Se reía mucho.

Después de conocerme, solo lo veía llorar y tener los ojos rojos y llorosos y quejarse y decir que se quería morir o irse a los estados unidos, supongo que es lo mismo.

Cambié su vida a más culero. Y la mia pues, siguió siendo igual de culera pero con un intento fallido de novio más en la lista. 
Desde ese momento mi familia me conoció como "Vania La culera Galindo".
Bueno, no, pero yo sí.

Vania la culera se liga a testigos de jehová para después mandarlos al carajo y hacer que sufran y lloren y que por merito los saquen de la religión Galindo.




Y sigo sin acordarme de su puto nombre, carajo.